sábado, 30 de septiembre de 2017

Resolviendo el Misterio de las Gigantes Cuchillas de Hielo de Plutón

27.09.17.- La misión de New Horizons de la NASA revolucionó nuestro conocimiento de Plutón cuando pasó por ese lejano mundo en Julio de 2015. Entre sus muchos descubrimientos se encontraban imágenes de formaciones extrañas parecidas a cuchillas gigantes de hielo, cuyo origen había sido un misterio.


Ahora, los científicos han presentado una explicación fascinante para este "terreno de cuchillas": las estructuras están hechas casi enteramente de hielo de metano, y probablemente formadas como resultado de un tipo específico de erosión en sus superficies, dejando abruptas crestas y divisiones afiladas.


Estas crestas geológicas irregulares se encuentran en las mayores alturas de la superficie de Plutón, cerca de su ecuador, y pueden elevarse tanto como un rascacielos de la ciudad de Nueva York. Son uno de los tipos de características más desconcertantes en Plutón, y ahora parece que estos filos están relacionados con el complejo clima de Plutón y su historia geológica.


Un equipo liderado por Jeffrey Moore, miembro del equipo de New Horizons, e investigador científico en el Centro de Investigación Ames de la NASA, ha determinado que la formación de este extraño terreno comenzó con la congelación de metano de la atmósfera en Plutón, de la misma manera que el hielo se congela en el suelo en la Tierra, o incluso en un congelador.


"Cuando nos dimos cuenta de que el terreno del filo consiste en altos yacimientos de hielo de metano, nos preguntamos por qué forma todas estas crestas, en lugar de ser sólo grandes parches de hielo en el suelo", dijo Moore. "Resulta que Plutón experimenta variaciones climáticas y, a veces, cuando Plutón está un poco más caliente, el hielo de metano empieza básicamente a 'evaporarse'".


Los científicos usan el término "sublimación" para este proceso donde el hielo se transforma directamente en gas, saltando sobre la forma líquida intermedia.
Estructuras similares se pueden encontrar en los campos de nieve de alta altitud a lo largo del ecuador de la Tierra, aunque en una escala muy diferente a las cuchillas de Plutón. Las estructuras terrestres, llamadas penitentes, son formaciones de nieve de sólo unos pocos metros de altura, con sorprendentes similitudes con el terreno de gran amplitud visto en Plutón. Su textura puntiaguda también se forma a través de la sublimación.


Esta erosión del terreno plano de Plutón indica que su clima ha sufrido cambios durante largos períodos de tiempo -a escala de millones de años- que causan esta actividad geológica en curso. Las condiciones climáticas tempranas permitieron que el metano se congelara en superficies de alta elevación pero, con el paso del tiempo, estas condiciones cambiaron, haciendo que el hielo se "quemara" en un gas.


Como resultado de este descubrimiento, ahora sabemos que la superficie y el aire de Plutón son aparentemente mucho más dinámicos de lo que se pensaba.



El terreno plano de Plutón visto desde New Horizons durante su sobrevuelo de Julio de 2015. Image Credit: NASA/JHUAPL/SwRI

sábado, 23 de septiembre de 2017

El Hubble Descubre un Objeto Único en el Cinturón de Asteroides

22.09.17.- El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ayudó a un equipo internacional de astrónomos a descubrir que un objeto inusual en el cinturón de asteroides es, de hecho, dos asteroides que orbitan entre sí y que tienen rasgos similares a los cometas. Éstos incluyen un halo brillante del material, llamado un coma, y una cola larga del polvo.


El Hubble fue utilizado para fotografiar al asteroide, llamado 300163 (2006 VW139), en Septiembre de 2016 justo antes de que el asteroide hiciera su aproximación más cercana al Sol. Las imágenes nítidas del Hubble revelaron que en realidad no era uno, sino dos asteroides de casi la misma masa y tamaño, orbitando entre sí a una distancia de 60 millas.


El asteroide 300163 (2006 VW139) fue descubierto por Spacewatch en Noviembre de 2006 y la posible actividad cometaria fue vista en Noviembre de 2011 por Pan-STARRS. Tanto Spacewatch como Pan-STARRS son proyectos de prospección de asteroides del Programa de Observación de Objetos Cercanos a la Tierra (NEOs) de la NASA. Después de las observaciones Pan-STARRS también se le dio la designación de cometa, 288P. Esto hace que el objeto sea el primer asteroide binario conocido que también está clasificado como un cometa del cinturón principal.


Las observaciones más recientes del Hubble revelaron actividad en curso en el sistema binario. "Detectamos indicaciones fuertes para la sublimación del hielo de agua debido al aumento de la calefacción solar - similar a cómo se crea la cola de un cometa", dijo la líder del equipo Jessica Agarwal del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar, Alemania.


Las características combinadas del asteroide binario, el tamaño de componente casi igual, la alta excentricidad de la órbita y la actividad similar a un cometa también lo hacen único entre los pocos asteroides binarios conocidos que tienen una gran separación. La comprensión de su origen y evolución puede proporcionar nuevos conocimientos sobre los primeros días del sistema solar. Los cometas del cinturón principal pueden ayudar a responder cómo el agua llegó a una Tierra hace miles de millones de años.


El equipo estima que 2006 VW139 / 288P ha existido como un sistema binario desde hace sólo unos 5.000 años. El escenario de formación más probable es una rotura debido a la rotación rápida. 

Después de eso, los dos fragmentos pueden haber sido separados más lejos por los efectos de la sublimación del hielo, que daría un empuje minúsculo a un asteroide en una dirección mientras que las moléculas de agua son eyectadas en la otra dirección.


El hecho de que 2006 VW139/288P sea tan diferente a todos los otros asteroides binarios conocidos plantea algunas preguntas acerca de la frecuencia con que estos sistemas se encuentran en el cinturón de asteroides. "Necesitamos más trabajo teórico y observacional, así como más objetos similares a este objeto para encontrar una respuesta a esta pregunta", concluyó Agarwal.

El Hubble Descubre un Objeto Único en el Cinturón de Asteroides


Este vídeo, creado a partir de varias fotografías captadas por el Hubble, revela a dos asteroides orbitándose entre sí. Credits: NASA, ESA, and J. DePasquale and Z. Levay (STScI)

sábado, 16 de septiembre de 2017

Cassini Finaliza su Histórica Misión de Exploración en Saturno

15.09.17.- La sonda espacial Cassini ha finalizado de forma espectacular su extraordinario viaje de exploración por el sistema saturniano, sumergiéndose en la atmósfera del planeta gaseoso.

La confirmación del final de la misión llegó al Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, a las 11:55 GMT, tras haberse perdido la señal de la nave 83 minutos antes en Saturno, a unos 1.400 millones de kilómetros de la Tierra.


Los científicos de la misión Cassini en el JPL se felicitan tras dar pon finalizada la misión. Image Credit: NASA/JPL

Cuando, según lo previsto, se agotó el combustible necesario para maniobrar la nave, que durante los últimos 13 años ha viajado por Saturno y sus lunas, la misión acabó con la inmersión programada en el planeta. De esta forma queda garantizado que las lunas heladas de Saturno —y en particular 

Encelado y su océano— no corran riesgo de contaminarse con los microbios terrestres que podrían quedar a bordo de la nave, dejándolas inmaculadas para su futura exploración. 
Cassini ha pasado los últimos cinco meses sumergiéndose entre los anillos de Saturno y su atmósfera en una serie de 22 órbitas finales, que han culminado con la despedida definitiva a Titán el lunes, tras lo cual se puso rumbo al planeta.


La entrada en la atmósfera comenzó un minuto antes de perderse la señal y la nave siguió enviando datos científicos en tiempo casi real hasta que su antena dejó de apuntar hacia la Tierra. Las últimas imágenes se enviaron ayer, antes de la inmersión definitiva, y durante los últimos momentos se efectuaron mediciones de la densidad de plasma, el campo magnético, las temperaturas y la composición atmosférica a una profundidad inédita hasta ahora de la atmósfera saturniana.



Última imagen de Saturno captada por Cassini el 14 de Septiembre, cuando la nave se encontraba a 634.000 km del planeta. Image Credit: NASA/JPL

Lanzada el 15 de octubre de 1997, Cassini llegó a la órbita de Saturno el 30 de junio de 2004, llevando a bordo la sonda Huygens de la ESA, que aterrizó en Titán el 14 de enero de 2005. Durante las dos horas y media que duró su descenso, reveló la superficie que hasta ese momento había permanecido oculta por la densa atmósfera de la luna saturniana, mostrando un mundo de paisajes enigmáticamente similares a los terrestres. 


Cassini continuó realizando desde su órbita sorprendentes descubrimientos en Titán, dado que su radar localizó lagos y mares de metano y otros hidrocarburos, por lo que constituye el único lugar conocido de nuestro Sistema Solar con líquido estable en su superficie. En la atmósfera de esta luna, 

Cassini detectó numerosas moléculas orgánicas complejas, algunas de las cuales están consideradas componentes esenciales para la vida en la Tierra.


No obstante, las lunas de Saturno continuaron sorprendiéndonos con uno de los principales descubrimientos de toda la misión: la detección de columnas heladas procedentes de fisuras en el hemisferio sur de Encélado. Posteriores descubrimientos mostrarían actividad hidrotermal en el fondo del suelo marino, lo que indicaría que este mundo es uno de los lugares más prometedores para buscar vida fuera de la Tierra. 


A lo largo de su misión, Cassini pudo captar a través de sus cámaras las distintas características de los anillos de Saturno. Image Credit: NASA/JPL

La misión también puso de relieve las características únicas del resto de lunas de Saturno, desde Japeto y su cordillera ecuatorial hasta Hiperión, que parece una esponja gigante, y desde Pan con su forma de ravioli hasta Mimas, que nos recuerda a la Estrella de la Muerte de La Guerra de las Galaxias.


Muchos de los descubrimientos de Cassini pueden atribuirse a la longevidad de la misión, que ha incluido dos extensiones, lo que ha permitido a la nave abarcar la mitad del ciclo estacional de Saturno. La primera extensión se concedió con el fin de observar cambios a medida que el planeta alcanzaba el equinoccio, momento en que la luz del Sol incidió paralelamente sobre los anillos. Más tarde se autorizó una extensión de otros siete años para hacer un seguimiento de los recientes descubrimientos en Encélado y Titán, y para estudiar cómo el Sol de verano brillaba sobre el hemisferio norte de Saturno y de sus lunas, mientras la oscuridad invernal llegaba al sur.


El 13 de Septiembre, las cámaras de Cassini captaron esta última imagen correspondiente a los anillos de Saturno. Image Credit: NASA/JPL

Estas extensiones de la misión han sido cruciales para dar cuenta de la evolución de fenómenos dinámicos de pequeña escala en los anillos, como las ‘hélices’, perturbaciones en los anillos provocadas por lunas menores. A lo largo del tiempo, las ‘cuñas radiales’ en los anillos de Saturno —formaciones que giran con los anillos, como los radios de una rueda— aparecían y desaparecían con las estaciones. Durante el equinoccio, se revelaron con todo detalle las estructuras verticales de los anillos, empujadas por las perturbaciones gravitacionales de las lunas cercanas.


Como afirma Nicolas Altobelli, científico del proyecto Cassini de la ESA, “Cassini y Huygens representan un formidable logro científico, tecnológico y humano”. 

“La misión nos ha inspirado con sus prodigiosas imágenes, incluyendo la lección de humildad que nos dan las vistas a lo largo de más de mil millones de kilómetros de distancia hasta el minúsculo punto azul que constituye nuestro planeta. Como es lógico, nos entristece que la misión acabe, pero también es el momento de celebrar este viaje pionero, que nos deja un rico legado de ciencia e ingeniería que allanará el camino para futuras misiones”. 


Los planificadores de misiones ya disponen de una nueva generación de exploradores de planetas océano, aunque por ahora va a ser Júpiter quien asuma el protagonismo. La ESA está preparando el lanzamiento en 2022 del orbitador de las lunas de hielo jovianas, JUICE, que se centrará en el potencial de habitabilidad de sus grandes satélites acuáticos —Europa, Ganímedes y Calisto—, mientras que la NASA planifica la misión Europa Clipper, dedicada a sobrevolar esa luna helada.

sábado, 9 de septiembre de 2017

a Mejor Imagen de la Superficie y la Atmósfera de una Estrella

24.08.17.- Utilizando el interferómetro del VLT (VLTI, Very Large Telescope Interferometer) de ESO, un equipo de astrónomos ha construido la imagen más detallada de una estrella obtenida hasta la fecha —la estrella supergigante roja Antares—. También han realizado el primer mapa de las velocidades del material en la atmósfera de una estrella que no es el Sol, revelando inesperadas turbulencias en la enorme y extendida atmósfera de Antares. Los resultados fueron publicados en la revista Nature.

A simple vista, la famosa y brillante estrella Antares refulge en fuertes tonos rojo en el corazón de la constelación de Escorpio (el escorpión). Es una enorme estrella supergigante roja, relativamente fría y en las últimas etapas de su vida, camino de convertirse en una supernova.

Ahora, un equipo de astrónomos, dirigido por Keiichi Ohnaka, de la Universidad Católica del Norte (Chile), ha utilizado el VLTI (el interferómetro del VLT, Very Large Telescope de ESO), instalado en el Observatorio Paranal, en Chile, para mapear la superficie de Antares y medir los movimientos del material superficial. Es (sin contar a nuestro Sol) la mejor imagen de la superficie y la atmósfera de una estrella que se haya obtenido hasta ahora.

El VLTI es una instalación única que puede combinar la luz de hasta cuatro telescopios, ya sean las Unidades de Telescopio de 8,2 metros o los Telescopios Auxiliares, más pequeños, para crear un telescopio virtual, equivalente a un solo espejo de hasta 200 metros. Esto permite resolver detalles finos más allá de lo que puede verse con un único telescopio.

"Durante la última mitad del siglo, ha sido complicado saber cómo pierden su masa de una forma tan rápida estrellas que, como Antares, están en la fase final de su evolución", afirmó Keiichi Ohnaka, quien también es el autor principal del artículo. "El VLTI es la única instalación que podía permitirnos medir directamente los movimientos del gas en la atmósfera de Antares, un paso crucial para aclarar este problema. El próximo desafío es identificar qué es lo que está impulsando los movimientos turbulentos".

Con los nuevos resultados, el equipo ha creado el primer mapa de dos dimensiones de la velocidad de la atmósfera de una estrella que no es el Sol. Lo hicieron utilizando el VLTI con tres de los Telescopios Auxiliares y un instrumento llamado AMBER para hacer imágenes individuales de la superficie de Antares sobre un rango pequeño de longitudes de onda infrarrojas. Luego, el equipo utilizó estos datos para calcular la diferencia entre la velocidad de los gases atmosféricos en diferentes posiciones en la estrella y la velocidad media de toda la estrella. Esto dio lugar a un mapa de la velocidad relativa de los gases atmosféricos a través de todo el disco de Antares: el primero jamás creado para una estrella que no fuera el Sol.

Los astrónomos detectaron gas turbulento y de baja densidad mucho más alejado de la estrella que lo predicho y concluyeron que el movimiento no podría ser resultado de la convección, la cual transfiere radiación desde el núcleo hacia la atmósfera exterior de muchas estrellas. Entienden que, para explicar estos movimientos en la atmósfera extendida de supergiantes rojas como Antares, sería necesario un proceso nuevo y actualmente desconocido.

"En el futuro, esta técnica de observación se puede aplicar a diferentes tipos de estrellas para estudiar sus superficies y atmósferas con un detalle sin precedentes. Hasta ahora, esto se había limitado solo al Sol", concluye Ohnaka. “Nuestro trabajo lleva a la astrofísica estelar a una nueva dimensión y abre una ventana completamente nueva para observar estrellas”.



Visión reconstruida del VLTI de la superficie de Antares. Image Credit: ESO/K. Ohnaka

sábado, 2 de septiembre de 2017

Detectan Enormes Reservas Ocultas de Gas Turbulento en Galaxias Distantes

30.08.17.- Con ALMA se han podido detectar reservas turbulentas de gas frío alrededor de galaxias de formación estelar distantes. Al detectar CH+ por primera vez, esta investigación abre un nuevo camino de exploración sobre una época crucial de la formación estelar en el Universo. La presencia de esta molécula arroja nueva luz sobre cómo las galaxias consiguen extender su período de rápida formación estelar. Los resultados aparecen en la revista Nature.


Un equipo liderado por Edith Falgarone (Ecole Normale Supérieure y el Observatorio de Paris, Francia) han utilizado el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para detectar marcas de la molécula de hidruro de carbono CH+ en galaxias starburst distantes. El grupo identificó señales claras de CH+ en cinco de seis galaxias estudiadas, incluyendo Cosmic Eyelash. Esta investigación entrega nueva información que ayuda a que los astrónomos entiendan el crecimiento de las galaxias, y cómo los alrededores de una galaxia impulsan la formación estelar.


“CH+ es una molécula especial. Necesita mucha energía para formarse y es muy reactiva, lo que significa que su vida es muy breve y que no puede ser transportada muy lejos. CH+ por lo tanto rastrea la forma en que la energía fluye en las galaxias y sus alrededores”, indicó Martin Zwaan, astrónomo de ESO que contribuyó en el artículo.


La forma en la que el CH+ rastrea la energía puede entenderse por analogía a estar en un bote en un océano tropical durante una noche oscura, sin Luna. Cuando hay buenas condiciones, el plancton fluorescente puede iluminar el entorno del bote mientras navega. La turbulencia causada por el bote al deslizarse por las aguas, provoca que el plancton emita luz, lo cual revela la existencia de las regiones turbulentas en el agua oscura subyacente. Dado que el CH+ se forma únicamente en áreas pequeñas donde los movimientos turbulentos del gas se disipan, su detección esencialmente rastrea la energía en una escala galáctica.


El CH+ observado revela ondas de choque densas, impulsadas por vientos galácticos veloces y cálidos originados al interior de las regiones de formación estelar de las galaxias. Estos vientos fluyen a través de una galaxia, expulsando material de esta, pero sus movimientos turbulentos son tales que parte del material puede ser recapturado por la atracción gravitatoria de la galaxia misma. Este material se reúne en reservas turbulentas enormes de gas frío y de baja densidad, extendiéndose más de 30.000 años luz desde la región de formación estelar de la galaxia.


“Con el CH+ vemos que la energía se almacena dentro de grandes vientos del tamaño de una galaxia, y termina como movimientos turbulentos en reservas antes desconocidas de gas frío alrededor de la galaxia”, afirmó Falgarone, autor principal del nuevo artículo “Nuestros resultados desafían la teoría de la evolución de la galaxia. Al impulsar la turbulencia en las reservas, estos vientos galácticos extienden la fase del estallido de formación estelar, en vez de  extinguirla”.


El equipo determinó que los vientos galácticos no podrían por sí solos reponer las reservas gaseosas recientemente reveladas, y sugiere que la masa es proporcionada por fusiones galácticas o por la acreción de corrientes de gas ocultas, como predice la teoría actual.


“Este descubrimiento representa un gran paso adelante en nuestro entendimiento sobre cómo la afluencia de materia es regulada alrededor de las galaxias de formación estelar más intensas del Universo primitivo”, indicó el Director de Ciencias de ESO, Rob Ivison, coautor del artículo. “Esto muestra lo que puede lograrse cuando científicos de distintas disciplinas se reúnen para aprovechar las capacidades de uno de los telescopios más poderosos del mundo”.


Concepto artístico del gas que alimenta galaxias de formación de estrellas distantes. Image Credit: ESO/L. Benassi