sábado, 24 de marzo de 2012

Una nueva generación de satélites meteorológicos ayudará a mejorar las advertencias de tornados

29 de febrero de 2012: Cuando lea el párrafo que sigue, tenga en cuenta lo siguiente: la temporada de tornados ni siquiera ha comenzado.
El 22 y 23 de enero de 2012, más de 37 tornados azotaron el sur de Estados Unidos. Diez de ellos se abatieron sobre el Valle del Bajo Mississippi, en dirección hacia Alabama. Pero peores circunstancias experimentaron St. Clair y Jefferson County, en Alabama, donde 2 personas murieron, aproximadamente otras 100 resultaron heridas y hubo al menos 30 millones de dólares en daños. Ese fue un escalofriante recordatorio de lo que sucedió en el mes de abril de 2011, cuando violentos y mortales tornados azotaron los estados del sur y de la región del centro y del oeste de Estados Unidos.1


Tornado Surprise (Huntsville, 200px)
 
 
Anticipando un tornado, las nubes de tormenta se aproximan a Huntsville, Alabama, en abril de 2011. Más información en: Una historia desde la zona de tornados.
En las regiones del sur de Estados Unidos, la temporada de tornados generalmente alcanza su punto máximo en la primavera (boreal). Sin embargo, en enero de 2012, se registraron 73 tornados invernales (lo que constituye la tercera temporada de tornados más importante que se haya registrado en los meses de enero). La mayoría de ellos afectó a los estados del sur. Y, como más de un cuarto de los increíbles 1.688 tornados confirmados en Estados Unidos en el año 2011 tuvieron lugar en la región comprendida por los cuatro estados de: Alabama, Georgia, Mississippi y Tennessee, quienes residen allí se están volviendo cada vez más cautelosos cuando el cielo se oscurece.
"Incluso con los avances de la ciencia y de las comunicaciones que existen en la actualidad, todavía podemos ser sorprendidos por las tormentas más mortíferas", afirma Steve Goodman, un científico de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration o Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, en idioma español). "Pero la NOAA está trabajando con la NASA y con investigadores universitarios con el fin de dedicar más tiempo de elaboración a las advertencias de tornados".
Los tornados en la región sur son especialmente insidiosos y rastrearlos constituye todo un desafío. El terreno accidentado y cubierto de forestación de los estados sureños hace que la detección de un tornado que se avecina sea más difícil que en las planicies del norte y del centro de Estados Unidos. En la zona sur, podrías no ver la primera evidencia de un tornado que se aproxima hasta que está prácticamente en tu patio.
Un residente de Alabama describe la escena justo antes de que uno de los tornados de abril de 2011 pasara cerca de su casa: "De repente, todos los árboles de mi patio hicieron un violento movimiento helicoidal, al unísono, y quedaron en dirección noroeste". Momentos más tarde, llegó la tormenta.
Los tornados que están "envueltos" en lluvia son especialmente difíciles de ver, al igual que los tornados nocturnos. Además, los registros indican que los tornados que se producen en la región sur con frecuencia tienen lugar de noche.
Para disminuir el factor sorpresa, la NOAA y la NASA2 están desarrollando el Satélite Geoestacionario Operacional Ambiental R (Geostationary Operational Environmental Satellite-R, o "Serie GOES-R", en idioma inglés). El primer satélite será lanzado hacia fines del año 2015. Esta nueva generación de satélites meteorológicos está plagada de instrumentos de vanguardia destinados a mejorar la búsqueda de estas tormentas asesinas, incluso de noche.
Los tornados son, por su naturaleza misma, difíciles de predecir. El Generador de Imágenes de Línea de Base Avanzado (Advanced Baseline Imager o ABI, por su sigla en idioma inglés), colocado a bordo del GOES-R, mejorará la capacidad de los meteorólogos para evaluar las condiciones que dan lugar a los tornados. En comparación con los actuales generadores de imágenes de GOES, el ABI proporciona dos veces la resolución espacial, tres veces la cantidad de canales de información y más de cinco veces la cantidad de actualizaciones.
"El ABI nos dará una imagen mucho más clara de las nubes; dónde y cuán altas son, qué cantidad y qué clase de humedad contienen y cómo se están moviendo e intensificando", dice Tim Schmit, un meteorólogo de la NOAA dedicado a la investigación.
Y lo que es aún más importante, el ABI puede detectar mejor las "coronas sobresalientes" super frías que indican que las malas condiciones del tiempo son inminentes. "Las coronas sobresalientes presagian enormes cantidades de energía dentro de la nube; se necesita una tremenda energía y velocidad ascendente para traspasar la tapa de la tropopausa", explica Schmit.


Tornado Surprise (Overshooting Top, 200px)
 
 
Una imagen satelital que muestra una tormenta eléctrica supercelda con coronas sobresalientes, sobre Kansas. Crédito: NWS
"Durante episodios de condiciones climáticas inclementes, el ABI puede mostrar dichas condiciones en intervalos de 30 a 60 segundos. El sistema que ahora se utiliza solamente las muestra cada 7,5 minutos. Y, en modo normal, el ABI enviará lecturas de la parte continental de Estados Unidos en un intervalo de 15 a 30 minutos".
Los relámpagos son otra clave para detectar tornados.
"Estudios demuestran que los cambios repentinos en los relámpagos totales se correlacionan con el inicio de los tornados", dice Goodman.
Detectar relámpagos es la nueva especialidad del GOES-R.
"El Generador Geoestacionario de Mapas de Rayos del GOES-R (Geostationary Lightning Mapper, o GLM por su sigla en idioma inglés) verá todos los relámpagos: de la nube al suelo, de una nube a otra nube y dentro de cada nube. Y como esta es la primera vez que tendremos detección de relámpagos desde una órbita geoestacionaria, eso significa que el GOES-R monitorizará constantemente los relámpagos y confeccionará mapas de ellos a través del hemisferio occidental".
Se espera que el GLM proporcione 7 minutos más de tiempo para elaborar una advertencia de tornados. El tiempo promedio ahora es 13 minutos.
"Con el GOES-R tendrás 20 minutos para llegar a salvo a un refugio".
Con seguridad, eso es mejor que estar parado en el patio, en medio de la oscuridad, esperando que los árboles se doblen.


Tornado Surprise (bolt view, 558px)
 
 
Una vista global de los relámpagos: Este mapa superpone el campo de visión de dos satélites GOES-R en observaciones de relámpagos registradas a lo largo de 10 años mediante el uso de detectores de relámpagos anteriores, de la NASA, colocados en el espacio (TRMM/LIS & OTD).
 

sábado, 17 de marzo de 2012

Preparan una misión para aterrizar en un cometa

12 de febrero de 2012: La nave espacial Rosetta, de Europa, se encuentra en camino para interceptar un cometa; está lista para marcar un hito en la historia aeroespacial. En el año 2014, Rosetta ingresará en órbita alrededor del cometa 67P/Churyumov Gerasimenko y colocará una sonda sobre él. Serán la primera nave espacial y la primera sonda que realizan esta tarea en el espacio.
El objetivo de Rosetta es conocer la historia primordial que cuenta un cometa a medida que se desintegra gloriosamente.
Los cometas son restos primitivos de cuando se "construyó" nuestro propio sistema solar, lo que tuvo lugar hace aproximadamente 4.500 millones de años. Debido a que pasan gran parte del tiempo en el frío profundo de las partes externas del sistema solar, los cometas están bien conservados; constituyen una mina de oro para los astrónomos que desean conocer qué condiciones reinaban "en el comienzo".
A medida que sus órbitas alargadas los trasladan más cerca del Sol, los cometas se transforman en los cuerpos más impresionantes del cielo nocturno. Rosetta es una misión de la Agencia Espacial Europea; fue lanzada en el año 2004 y lleva instrumentos estadounidenses a bordo. Esta nave espacial podrá presenciar la metamorfosis desde la "primera fila".


Rosetta (splash)
 
 
Concepto artístico de Rosetta en órbita mientras que la sonda de exploración de la misión investiga la superficie del cometa. [Más información]
Lo que hasta ahora sabemos de los cometas proviene de algunas misiones que los han sobrevolado.
"De cierto modo, un sobrevuelo es apenas un tentador vistazo de un cometa en una etapa de su evolución", dice Claudia Alexander, quien se desempeña como científica de proyecto en el Proyecto Rosetta, Estados Unidos, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés). "Rosetta es diferente. Orbitará a 67P durante 17 meses. Presenciaremos la evolución de este cometa a medida que lo acompañamos a entrar y salir del Sol".
El feroz calor solar tendrá un profundo efecto sobre el objetivo de Rosetta. "Veremos que el cometa comienza siendo apenas una especie de pepita de oro en el espacio y luego se convierte en algo poético y hermoso, que arrastra una gran cola".
En este momento, Rosetta está "descansando", preparándose para enfrentar los desafíos que vienen. Se encuentra hibernando, en un sueño profundo, ocupada en una persecución a alta velocidad.
El toque de diana tendrá lugar cerca o durante el día de Año Nuevo de 2014, cuando la nave espacial dé inicio a un programa de chequeo de un mes de duración.
Si todo sale bien, en el mes de agosto de ese mismo año, Rosetta ingresará en órbita alrededor del núcleo de 67P y comenzará a explorar su superficie en busca de un sitio para el descenso. Una vez que el lugar esté elegido, la nave espacial descenderá hasta llegar a ubicarse 1 kilómetro por encima de su superficie con el fin de desplegar la sonda.
La sonda se llama “Philae” y debe su nombre a una isla en el Nilo, la cual es el sitio donde se erige un obelisco que ayudó a descifrar (¡sí, adivinó!) la Piedra de Rosetta (Rosetta Stone, en idioma inglés).
El aterrizaje está previsto para noviembre de 2014, cuando Philae realizará el primer aterrizaje controlado sobre el núcleo de un cometa.
"Cuando nos posemos en el núcleo, ¡el cometa ya podría estar en actividad!", afirma Alexander. Como los cometas tienen escasa actividad, la sonda se anclará con arpones. “Los pies quizás realicen una perforación en algo crujiente, como el permafrost (capa de hielo que se encuentra permanentemente congelada en la superficie), o quizás lo haga en algo sólido, como una roca”, especula la investigadora.
Una vez que esté amarrada, la sonda comenzará un estudio sin precedentes del núcleo de un cometa. Entre otras cosas, recolectará muestras para examinar mediante microscopios automáticos ubicados a bordo y tomará imágenes panorámicas del terreno del cometa desde el nivel del suelo.
Mientras tanto, arriba, en órbita, la nave espacial Rosetta estará ocupada también. A bordo, los sensores confeccionarán mapas de la superficie y del campo magnético del cometa, monitorizarán los chorros y géiseres en erupción, medirán la tasa de flujos y mucho más. Juntos, el orbitador y la sonda construirán la primera imagen en 3 dimensiones de las capas y de las depresiones que yacen debajo de la superficie de un cometa.
Los resultados deberían contar toda una historia.

domingo, 11 de marzo de 2012

"Cadáveres" de cometas en el viento solar

20 de enero de 2011: Según un artículo publicado en la edición de hoy de la revista de investigación Science (Ciencia, en idioma español), los astrónomos han descubierto una intrigante nueva posibilidad: la existencia de "cadáveres" de cometas en el viento solar. Esta nueva investigación se basa en dramáticas imágenes, tomadas en el mes de julio de 2011, las cuales muestran a un cometa desintegrándose en la atmósfera solar.
El cometa Lovejoy atrajo la atención de los titulares de noticias en diciembre de 2011, cuando se adentró en la atmósfera del Sol y, posteriormente, emergió relativamente intacto. Pero éste no fue el primer cometa en rozar el Sol. El verano (boreal) pasado, un cometa más pequeño intentó realizar una hazaña similar, pero los resultados fueron muy distintos. El cometa C/2011 N3 (SOHO - sigla de: Solar and Heliospheric Observatory u Observatorio Solar y Heliosférico, en idioma español) fue completamente destruido el 6 de julio de 2011, cuando se precipitó a 100.000 km por encima de la superficie estelar. El Observatorio de Dinámica Solar (Solar Dynamics Observatory o SDO, en idioma inglés), de la NASA, registró la desintegración.



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Fragmentos del cometa C/2011 N3 conforme pasa a través de la atmósfera del Sol, el 6 de julio de 2011. Crédito de la imagen: Observatorio de Dinámica Solar / K. Schrijver y colaboradores. [Imagen ampliada]
"Es la primera vez que vemos un cometa pasar por enfrente de la cara del Sol, y desaparecer", dice Dean Pesnell, uno de los coautores del artículo de Science y científico del proyecto del SDO, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales. "Esto fue algo sin precedentes".
El equipo de investigación reportó su análisis de las imágenes capturadas por el SDO en la edición del 20 de enero de Science.
Uno de los principales descubrimientos fue la cantidad de material depositado en la atmósfera del Sol. "El cometa se disolvió en más de un millón de toneladas de gas eléctricamente cargado", dice Pesnell. "Creemos que estos vapores se mezclarán con el viento solar y, a largo plazo, serán eyectados de vuelta hacia el sistema solar".
Pesnell dice que podría ser posible detectar estos "cadáveres" de cometas cuando pasen cerca de la Tierra. Los cometas son ricos en hielo (H2O congelada), por lo que, al disolverse en la caliente atmósfera solar, los restos gaseosos contienen mucho oxígeno e hidrógeno. Una corriente de viento solar que contenga oxígeno de más podría ser un indicio revelador de un cometa desintegrado. Otros elementos abundantes en los cometas podrían proporcionar pistas similares.
Los "cadáveres" de cometas son probablemente abundantes. Existe una familia activa de cometas conocidos como los "rasantes de tipo Kreutz" que, se piensa, son fragmentos de un cometa gigante que se rompió en pedazos hace cientos de años. Cada pocos días, el SOHO ve uno en el momento de zambullirse en el Sol y desaparecer. Cada evento de desintegración crea una bocanada de vapor cometario que podría ser detectado por una nave espacial que tome muestras del viento solar.
Pero, ¿para qué molestarse? Los investigadores están comenzando a ver a los cometas rasantes como "partículas de prueba" que pueden servir para estudiar la atmósfera del Sol. Una forma de entender esto es imaginarse lanzando piedras a un estanque: se puede aprender mucho sobre el estanque estudiando la forma de las ondas que se producen de esa manera.


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Película sobre el cometa C/2011 N3 volando a través de la atmósfera del Sol. La película fue grabada por el SDO en el ultravioleta extremo. [Vídeo Quicktime]
De hecho, el SDO observó algunas interacciones extraordinarias entre el Sol y el cometa condenado. Conforme C/2011 N3 (SOHO) se movía a través de la ardiente corona, gas frío se desprendía del núcleo del cometa y rápidamente (en unos pocos minutos) se calentaba a más de 500.000 kelvin, lo cual es lo suficientemente caliente como para que brille con gran intensidad en los telescopios del ultravioleta extremo ubicados a bordo del SDO.
"El gas del cometa recientemente evaporado brillaba tan intensamente como el Sol, que estaba detrás suyo", se maravilla Pesnell.
El gas fue también ionizado rápidamente en un proceso llamado "intercambio de carga", lo cual hace que el gas se vuelva susceptible al campo magnético del Sol. Atrapada en los lazos magnéticos que pueblan la corona solar, la ionizada cola del cometa se meneó salvajemente hacia un lado y hacia el otro durante los momentos previos a la desintegración final.
Observar este tipo de interacción entre el Sol y un cometa podría revelar nuevos detalles de la estructura térmica y magnética de la atmósfera solar. De manera similar, medir cuánto tiempo les lleva a estos "cadáveres" de cometas llegar a la Tierra y tomar posteriormente muestras de los gases cuando lleguen podría ser muy útil desde el punto de vista de la información.
"Antes del SDO, nadie se imaginaba que podríamos observar a un cometa desintegrarse en la atmósfera del Sol", dice Pesnell, quien confiesa que incluso él estaba escéptico. Pero ahora afirma: "Soy creyente".
La investigación original descripta en esta historia puede encontrarse en la edición del 20 de enero de la revista Science: Destruction of Sun-grazing comet C/2011 N3 (SOHO) o Destrucción del cometa rasante del Sol C/2011 N3 (SOHO), en idioma español, por C. J. Schrijver, J. C. Brown, K. Battams, P. Saint–Hilaire, W. Liu, H. Hudson, y W. D. Pesnell.

sábado, 3 de marzo de 2012

Las bolas de fuego de febrero

22 de febrero de 2012: En medio de la noche, el 13 de febrero, algo perturbó a la población animal de Portal, un pueblo rural ubicado en Georgia, Estados Unidos. Las vacas comenzaron a mugir ansiosamente y los perros del lugar aullaban mirando al cielo. La causa de la conmoción fue una roca que venía desde el espacio.
"A la 1:43 de la madrugada, hora del Este, fui testigo de una impresionante bola de fuego", informa Henry Strickland, quien es un residente de Portal. "Era muy grande e iluminó la mitad del cielo mientras se partía en pedazos. El evento hizo ladrar a los perros y alteró al ganado, el cual comenzó a hacer sonidos de agitación. Lamento no haber tenido una cámara; el episodio duró casi 6 segundos".
Lo que Strickland vio fue una de las inusuales "bolas de fuego de febrero".

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 Esta bola de fuego fue registrada sobre el norte de Georgia, el 13 de febrero, por una cámara de todo el cielo de la NASA, en Walker Co., Georgia. [Vídeo]
"Algunas rocas bastante grandes han estado golpeando la atmósfera de la Tierra este mes", dice Bill Cooke, quien trabaja en la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA. "Se han registrado cinco o seis bolas de fuego importantes, las cuales podrían haber esparcido meteoritos sobre Estados Unidos".
Lo que tiene a los investigadores desconcertados no es la cantidad de bolas de fuego. Hasta la fecha, el número de bolas de fuego registrado en febrero de 2012 es normal. Lo que las hace diferentes es su apariencia y su trayectoria.
"Estas bolas de fuego son particularmente lentas y penetrantes", explica el experto en meteoros Peter Brown, quien es profesor de física en la Universidad de Ontario Occidental. "Atraviesan la parte superior de la atmósfera moviéndose a menos de 15 kilómetros por segundo, se frenan rápidamente y llegan a menos de 50 kilómetros de la superficie de la Tierra".
El espectáculo comenzó la noche del 1 de febrero, cuando una bola de fuego que apareció sobre el centro de Texas provocó el asombro de miles de observadores en la zona de Dallas–Forth Worth.
"Era más brillante y duraba más que cualquier otra cosa que haya visto antes", reporta el testigo ocular Daryn Morran. "A la bola de fuego le tomó aproximadamente 8 segundos cruzar el cielo. Podía ver cómo empezaba a frenar. Luego, explotó como si fuera una artillería de fuegos artificiales, se partió en varios pedazos, brilló intermitentemente un poco más y, lentamente, se apagó". Otro observador que se encontraba en Coppell, Texas, informó sobre un sonoro estallido doble al momento en el que "el objeto se partió en dos pedazos grandes y muchos más pequeños".
La bola de fuego tuvo un brillo que fue lo suficientemente intenso como para ser captada por cámaras de la NASA ubicadas en Nuevo México, a más de 800 kilómetros (500 millas) de distancia. "Fue casi tan brillante como la Luna llena", dice Cooke. Basándose en las imágenes de la NASA y en otras observaciones, Cooke estima que el objeto tenía de 1 a 2 metros de diámetro.
En lo que va de febrero, la Red de Bolas de Fuego de Todo el Cielo, de la NASA ("All–Sky Fireball Network", en idioma inglés), ha fotografiado alrededor de media docena de meteoros brillantes que pertenecen a esta misteriosa categoría. Tienen tamaños que van desde una pelota de básquetbol hasta un autobús, y todos tienen en común una lenta velocidad de entrada y una profunda penetración en la atmósfera. Cooke analizó sus órbitas y llegó a una conclusión sorprendente:


February Fireballs (meteorcam, 200px)
 
 
Esta cámara forma parte de la Red de Bolas de Fuego de Todo el Cielo, de la NASA. [Más información]
"Aunque todas las bolas de fuego provienen del cinturón de asteroides, no tienen origen en el mismo lugar dentro del cinturón", dice. "No existe una fuente única para estas bolas de fuego, lo cual es intrigante".
Esta no es la primera vez que los observadores del cielo han avistado bolas de fuego inusuales en el mes de febrero. De hecho, "las bolas de fuego de febrero" son casi una leyenda en los círculos de aficionados a los meteoros.
Brown explica: "Durante la década de 1960 y 1970, los astrónomos aficionados notaron un incremento de la cantidad de bolas de fuego brillantes, sonoras, y de profunda penetración, avistadas durante el mes de febrero. Los números parecían significativos, especialmente cuando se considera que hay pocas personas afuera de su hogar durante las noches de invierno. Los estudios de seguimiento, llevados a cabo a finales de los '80, no sugirieron un aumento importante en la tasa de bolas de fuego de febrero. A pesar de esto, siempre nos hemos preguntando si en verdad ocurre algo inusual".
De hecho, existe un estudio publicado en 1990 por el astrónomo Ian Halliday, el cual sugiere que las "bolas de fuego de febrero" son reales. Él analizó registros fotográficos de aproximadamente mil bolas de fuego que se observaron entre 1970 y 1980, y encontró evidencia de un enjambre de bolas de fuego que interceptó la órbita de la Tierra en el mes de febrero. También halló rastros de enjambres de bolas de fuego a finales del verano y durante el otoño. Sin embargo, los resultados continúan siendo polémicos. Incluso el mismo Halliday reconoció que existen ciertas grandes incertidumbres estadísticas en sus resultados.
La Red de Bolas de Fuego de Todo el Cielo, de la NASA, la cual sigue creciendo, podría resolver el misterio. Cooke y sus colegas están instalando nuevas cámaras todo el tiempo, ampliando la cobertura de la red en Norteamérica, con el fin de llevar a cabo una profunda monitorización, sin interrupciones, del cielo nocturno.
"La belleza de nuestro sistema inteligente de cámaras múltiples", menciona Cooke, "reside en que calcula las órbitas prácticamente al instante. Nos enteramos inmediatamente cuando una ráfaga de bolas de fuego está ocurriendo, y podemos determinar de dónde vienen los meteoroides". La obtención de información al instante es algo casi sin precedentes en la ciencia de los meteoros y promete proporcionar nuevos hallazgos sobre el origen de las bolas de fuego de febrero.
Mientras tanto, el mes aún no termina. "Si las vacas y los perros comienzan a hacer bullicio esta noche", sugiere Cooke, "vaya afuera y eche un vistazo".