sábado, 7 de noviembre de 2009

Spitzer descubre el anillo más grande de Saturno

Justo cuando se pensaba que ya se habían descubierto todas
las cosas grandes en nuestro sistema solar, el telescopio
espacial Spitzer, de la NASA, encontró un nuevo y
extraordinario anillo gigantesco alrededor de Saturno.

Octubre 7, 2009: El telescopio espacial Spitzer, de la NASA, ha descubierto un enorme anillo infrarrojo alrededor de Saturno.

"Se trata de un anillo gigante", comenta Anne Verbiscer, astrónoma de la Universidad de Virginia, en Charlottesville. "Si usted pudiese ver el anillo en el cielo nocturno, su amplitud cubriría el ancho de dos lunas llenas".

Verbiscer es coautora de un artículo sobre el descubrimiento, el cual será publicado en Internet mañana, en la revista Nature. Los demás autores son Douglas Hamilton, de la Universidad de Maryland, y Michael Skrutskie, de la Universidad de Virginia.

Arriba: Concepto artístico del recién descubierto anillo infrarrojo alrededor de Saturno. [Más información]

El nuevo disco se encuentra ubicado en los sectores lejanos del sistema de Saturno, con una órbita inclinada de 27 grados respecto del plano del anillo principal. La mayor parte de su material tiene su origen a aproximadamente seis millones de kilómetros (3,7 millones de millas) de distancia del planeta y se extiende hacia las afueras alrededor de otros 12 millones de kilómetros más (7,4 millones de millas). Se necesitarían aproximadamente mil millones de Tierras ubicadas una al lado de la otra para rellenar el espacio del voluminoso anillo. Phoebe (Febe, en idioma español), una de la lunas más lejanas de Saturno, gira en órbita en los interiores del anillo recientemente encontrado y, posiblemente, es la fuente del material que lo forma.


El disco es tenue y está compuesto por partículas de hielo y de polvo altamente dispersadas. Los "ojos" infrarrojos del telescopio Spitzer fueron capaces de detectar el resplandor del gélido polvo, el cual posee una temperatura de apenas alrededor de 80 kelvin (menos 316 grados Fahrenheit o aproximadamente menos 193,16 grados Celsius).

El descubrimiento podría ayudar a aclarar un viejo misterio acerca de una de las lunas de Saturno. Iapetus (Iapeto, en idioma español) posee una apariencia extraña: una de sus caras es brillante mientras que la otra es realmente oscura; tiene un patrón similar al del símbolo del ying-yang. El astrónomo Giovanni Cassini fue el primero en observar dicha luna en 1671, y años después se dio cuenta de su cara oscura, ahora denominada Cassini Regio, en su honor.

EL anillo gigante de Saturno podría explicar cómo es que la zona Cassini Regio se hizo tan oscura. El anillo se encuentra girando en la misma dirección que Phoebe, mientras que Iapetus, los otros anillos y la mayoría de las otras lunas de Saturno lo hacen en el sentido opuesto. Según la opinión de los científicos, algo del oscuro y polvoroso material del anillo exterior se mueve hacia Iapetus, chocando contra la gélida luna, precisamente de la misma manera en que lo hacen los insectos contra un parabrisas.

"Durante mucho tiempo, los astrónomos han sospechado de la existencia de una conexión entre la luna exterior de Saturno, Phoebe, y el material oscuro sobre Iapetus", comenta Hamilton. "Este nuevo anillo proporciona el eslabón perdido".

Derecha: La luna Iapetus de Saturno. Una de las caras de la luna se oscurece mientras la luna se mueve a través del polvo del anillo infrarrojo recientemente descubierto de Saturno. [Más información]

Verbiscer y algunos colegas usaron la cámara infrarroja de longitudes de onda amplias del telescopio Spitzer, conocida como el fotómetro de imágenes en bandas múltiples, con el fin de escanear (examinar) una sección del cielo que se encuentra alejada de Saturno y parte del interior de la órbita de Phoebe. Los astrónomos intuían que Phoebe probablemente se estaría moviendo en círculo a través de un cinturón de polvo; cuando los científicos observaron por primera vez los datos proporcionados por el telescopio Spitzer, una cortina de polvo apareció abruptamente.

El anillo sería difícilmente observable a través de telescopios ópticos. La cantidad relativamente pequeña de partículas en el anillo no reflejaría suficiente luz visible, en particular allí en Saturno, donde la luz solar es débil.

"Las partículas se encuentran tan separadas entre sí, que si usted estuviera de pie dentro del anillo, no se percataría del hecho", comenta Verbiscer. "Al enfocarse en el resplandor del polvo gélido del anillo, el telescopio Spitzer hizo que el hallazgo fuera algo fácil".

Para observar imágenes adicionales relacionadas con el descubrimiento del anillo y acceder a más información sobre el telescopio Spitzer, visite: http://www.spitzer.caltech.edu.

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